Una noche especial. [Priv. Stefano Visconti]

Hoy día estaba muy feliz para salir a trabajar, hasta ahora y en toda la semana no hubo nadie que hiciera trampa mientras estaba como crupier, y que yo me eh.... bueno, alimentado bien toda la semana también. Fue difícil comprender lo que era ahora, tener que atacar personas para usarlas como alimento jamás pensé que llegaría a este nivel, ni siquiera tenia a Beatrice, si estuviera aquí podría explicarme un poco mas sobre ser vampiro.. ni siquiera se si puedo salir de esta ciudad para poder encontrarla si seré comido por la niebla o algo peor, quizás un monstruo peor que un vampiro.... ¡quizás un monstruo come vampiros! Camine mas rápido a la salida de mi apartamento por el miedo cuando imagine como se vería eso, joder, joder, no quiero ni pensar como pude entrar... corrí por los cinco pisos que tenia que bajar, por la escalera saludando a todos los que encontraba. Supongo que les caigo bien ya que todos me lo devuelven y me sonríen.

Me gusta el camino que hay entre mi edificio y el casino, miles y miles de voces se abren ante mi nuevo odio. Escuchando, sintiendo cada una de las experiencias que pasan en los clubes y casinos, y al llegar al mío, puedo sentirme en casa, quizás por mi padre que me dejo entra al negocio familiar, en los que tenían varios casinos ilegales, al menos aquí tengo una razón para golpear a las personas mas que una rivalidad. Es por que es lo correcto, si hacen trampa ganan dinero sucio que simplemente no merecen... o que por lo menos yo pienso que no merecen.

Al entrar al casino, recibo una oleada gigante de sensaciones como siempre, diversión, estrés, gula, avaricia, tristeza, miedo... no hay limite en lo que sienten las personas cuando están jugando o apostando y eso es lo que me llena a mi de la vitalidad que necesito para poder trabajar bien, mi mesa estaba vacía, me ajusto un poco el vestón y me siento en ella, esperando a que lleguen interesados. -como disfruto esto~- digo mientras espero.

Tardaron por lo menos unos diez minutos en llegar unos tres tipos gordos y con armas escondidas en sus chaquetas, de inmediato me pongo derecho y espero a que se sienten para comenzar con el juego: blackjack. -Muy bien, espero que lo disfruten señores- les dije y los mire de forma calculadora, comenzaron a hacer trampa desde antes que empezara a repartir las cartas ya que tenían sus propias cartas bajo la manga, los 3, se notaba por los dobleces que tenían sus camisas, demasiado rígidos como para ser solo tela, a pesar de eso seguí el juego normal, igualmente no están utilizando las cartas, por o cual todavía no han echo trampa, aun así tenia que calcular todos los movimientos que hacían, cosa que los pudiera detener de inmediato. Tuvimos el juego normal por menos de 5 minutos, el de corbata blanca calvo comenzó a sacar una de sus cartas escondidas, lo detuve en el acto, hubo un breve momento de silencio, como la calma antes de la tormenta... después lo lance hacia atrás pateándolo para luego tomarlo por la camisa y mandarlo para afuera; los otros dos se quedaron mirándome unos momentos, trataron de salir corriendo, pero hice exactamente lo mismo que con el otro gordo. Cuando los tres finalmente estuvieron afuera, sonríe y volví a la mesa, esperando a los nuevos jugadores.

-¿No ven que es mejor ser sincero y no hacer trampa?- pregunte abiertamente a los demás, algunos me miraron y asintieron, pero la mayoría opto por ignorarme, que distinto es la vida cotidiana y el trabajo; mi edificio me ama y todos los del casino me tiene miedo, que se le va hacer.

Mientras esperaba a que comenzara un nuevo juego, comienzo a recordar un poco como llegue a esta ciudad aislada de todo el mundo junto con casi todas las personas famosas... ¿no se preocuparan acaso de lo que esta pasando afuera? o tal vez están muy acostumbrados al encierro que ni siquiera se preocupan por eso. Seguí pensando por un buen rato pero mis pensamientos fueron interrumpidos por una chica pequeña y con el pelo verde brillante, la cual se acerco a mi y me tomo del brazo mientras me preguntaba sobre los camerinos. Me gire para verla mejor, era bastante hermosa, tierna y algo extraña; tiene unos ojos grandes, el pelo corto y sostenía su bolso con fuerza, quizás por que creía que lo robarían aquí o por que es muy importante para ella; sentí como mi cara ardía de apoco, demostrando que estaba empezando a sonrojarme, aspire aire con fuerza varias veces tratando de tranquilizarme y responder bien a lo que pregunto la pequeña.

-¿los camerinos? -comience a responder mientras miraba a todas partes, también buscándolos- pues le debiste preguntar al guardia ya que no tengo idea de donde están, jamas me eh preocupado de eso siempre veo que salen los artistas pero solo del escenario, neeu~ -reí nervioso y me rasque el cuello, solo espero que no me allá visto sacando a los tipos, ya que podría asustarla aun mas de lo que quizás ya este- pero si quieres te ayudo a buscarlo así no estarás tan sola llena de esta gente que se puede aprovechar de ti- le sonrió mientras digo eso y me levanto, un poco lento, de la mesa, al parecer no tengo que preocuparme con que vendrán jugadores por el rato en que no estaré ya que por culpa de esos tramposos viejos pansones espante a los clientes.

Pero la chica me intrigaba de sobre manera, tal vez por ese brillo en sus ojos parecido a los que tenían mis subalternos cuando querían poseer algo demasiado valioso o muy difícil de conseguir o su olor extravagante, una mezcla de ave, la sensación del anochecer y finalmente a sombras... eso ultimo es lo que demostraba que no era humana, al igual que yo, y que podría ser una criatura del mal y no de dios; aunque ese detalle poco me importaba. Sin que me diera cuenta, me quede mirándola fijamente, al darme cuenta desvié la mirada. -y-yo.....e-estaba.....e-ehmmm.... -comienzo a disculparme lo mas rápido que pude, mientras sentía como mi cara ardía de la vergüenza.

-s-solo.... lo que pasa es que tu vestido se ve horrible y no combina con lo que llevas, por eso me quede mirándote tanto tiempo, tenemos que ir rápido a los camerinos para que puedas cambiarte eso lo mas pronto posible- fue lo único que se me ocurrió decirle, ademas de que tenia que verla mas de cerca y la única forma que tenia de momento era llevarla a los camerinos -vamos, neeu~-.

Pero ahora que lo recuerdo las chicas se molestan cuando les doy mi opinión de su ropa, ¿la chica verde también se enojara conmigo? Me mordí el labio esperando que dijera aunque sea una cosa.

Las personas seguían alejándose de mi y lo seguirán haciendo hasta que se olviden de apoco lo que paso con esos viejos pelados. La chica era mas dulce y tierna de lo que había imaginado, creo que ya me estaba cayendo muy bien, espero que yo también lo este haciendo, hace tiempo que no hacia una amiga y una chica tan especial como ella seria una muy buena opción. Me sentí mal al ver que se ponía triste por que no sabia el lugar de los camerinos, ojala los supiera y así ella sonreiría de nuevo. Espera... al ver que podía ayudarla sonrió de nuevo lo que me motivo lo suficiente como para ayudarla lo mejor posible.

-no tienes que agradecerme~ yo ayudo a todas las damiselas que vea en peligro...neu~- me sonrojo por el comentario y rió levemente. Pero me asuste un poco con la chica ya que cuando dije mi comentario referente a su vestido apareció un brillo de venganza en sus ojos, sabia que no debía decirlo. Cuando termina de hablar de inmediato me pongo a disculparme:

-e-etto... no es que sea horrible, y-yo solo lo decía por que no combinaba muy bien con lo demás que te pusiste, pero... si estuviera con los accesorios correctos el vestido se vería increíble e incluso mas valioso de lo que es... en serio lo siento por el comentario.... s-supongo que exagere un poco, n-neuu~- suspiro un poco y la miro sonriendo- vamos al camerino, lo mas seguro es que este al lado del escenario~ -comienzo a caminar, esperando a que la chica me siga para no estar hablando solo, en ese momento me doy cuenta que las personas siguen con sus susurros y murmullos por lo bajo. Pero estaba acostumbrado.

-no te preocupes de como nos miran las demás personas, supongo que tengo una mala fama entre los tramposos y los que solo quieren dinero fácil y no divertirse. Quiero decir, acepto que algunos hagan trampa ya que lo necesitan, pero esos gordos tienen suficiente dinero como para regocijarse durante años y años... pero es distinto alguien que vive por las trampas que hace, ¿o no? -ya estaba tranquilo y comienzo a sonreír a todos de una forma dulce o como algunos llaman: "tierna". De apoco algunas personas se tranquilizaron con mi gesto y dejaban de mirarnos feo, mi padre lo llamaba talento, ya que puedo hacerlo desde que soy pequeño, la gente se tranquiliza a mi alrededor con solo una mira. Aun así cuando me adoptaron las personas de mi circulo se tranquilizaban por sangre y no por una hermosa sonrisa; con eso recordé algo muy importante que tenia que preguntarle a la chica: -¿cual es tu nombre?, el mio es Stefano Visconti !~ gusto en conocerte~ - digo mientras giro para darle mi mano o besar la suya.

La chica al parecer era mas fuerte de lo que había pensado y también mas inteligente; no era como las chicas que siempre vi en el orfanato que seguían al pie de la letra lo que decían las monjas o como las chicas de mis "amigos" que ellos conseguían en la calle con unos billetes y unas buenas sonrisas; mas aun tenia muchos mejores pensamientos que todas las demás, daban ganas de abrazarla y de darle todo lo que quería.

-no necesariamente -comienzo a responder lo primero que dijo, un poco nervioso- yo eh conocido a muchas personas que no tienen dinero y que apuestan cosas que ni siquiera tienen; la mayoría de los que esta aquí lo hacen- me acerco al escenario por si ahí tienen una flecha que indique donde se encuentran los camerinos- están los de al medio, quienes tienen suficiente para vivir bien pero no lo suficiente para estar en unas vacaciones de por vida. Ellos hacen trampa arriesgando su posición y perderle quedando sin nada o ganar mas de lo que necesitan para vivir todavia mejor -le sonrió- yo creo que no soy ninguno ya que no hago ninguna trampa y vivo feliz con lo que tengo, ¿que hay de ti? neeu~.

-¿Patricia Wright Mills?, es un muy bonito nombre -me sonrojo un poco al notar que toma mi mano- Okey, te diré Patty y tu me dirás.... Stefano, no me gusta como suenan los diminutivos de mi nombre -me separo y sigo buscando con la mirada los camerinos, hasta que los vi en un rincón muy cerca del escenario; me alegre de inmediato por mi descubrimiento y me gire para decírselo a la chica pero.... ella estaba mirando las maquinas como si estuviera hipnotizada, ¿también le gustara apostar?, di vueltas mi cabeza mirando los camerinos y a la chica decidiendo que tenia que hacer ahora, le podría decir que encontré los camerinos, ella iría a ellos, se cambiaría la ropa, luego cantaría y no la vería nunca mas, suspire y decidí probar mi suerte con otra opción.

-Si quieres podemos quedarnos un rato aquí y meternos en una maquina- le sonrió y aumente un poco el tono de mi voz para llamar su atención, me pregunto si tendrá dinero, sera del medio o pobre, supongo que lo sabre ahora con sus reacciones- todavia tenemos un poco de tiempo para tu presentación o ¿no?.... n-neu.... -trate de evitar un poco terminar con esa palabra, pero realmente es difícil.

Mientras me respondía sonreí ligeramente al parecer no tenia mucho dinero la pequeña pero no importaba ya que yo si tenia y quería ayudarla: -si quieres puedo prestarte un poco de plata que tengo ahora~, no es mucha pero nos podría servir para 2 o 3 pasadas, neeu- le respondo para de alguna manera tranquilizarla un poco, aunque veo que es un poco inútil ya que estaba completamente metida en las maquinas, me resigne; no se veía como una mala persona, pero bien podría ser una adicta a apostar, todo lo contrario, quizás ser una... ladrona o algo parecido, lo cual no me molesta demasiado por que hay muchos que roban por necesitad y de alguna manera ago que sus trampas queden cubiertas para que lograran comer.

La primera opción se fue totalmente cuando me explico que no tenia idea como usar las maquinas así que solo me queda la ultima... -¿en serio no sabes como?- arquee una ceja, era una de las maquinas mas simples que podrían haber en este lugar -pero si es muy simple~ solo tienes que poner la moneda en la ranura -apunto a alguna de las maquinas donde se viera la pequeña ranurita- y de ahí tirar la palanca y ver si logras hacer en linea 3 imágenes idénticas -sonrió y pienso un poco sobre su propuesta, a mi no me molestaría jugar lo que me molesta es como me ven las personas mientras lo ago, si lograra ganar aunque sea unas moneditas, ellos verían como si estuviera haciendo trampa o algo así... es difícil trabajar y jugar en el mismo lugar.

Pero me pregunto otra cosa, suspire y mire al techo. -me gustaría que jugáramos juntos Pattty -me sonroje ligeramente al darme cuenta de lo que realmente dije. Quería que ella fuera mi amiga o que llegáramos mas lejos y que ella fuera mi novia; eh tenido muchas a lo largo de los años pero siempre me dejan por ser inmaduro o extraño, pero Patricia se veía parecía a mi, podríamos entendernos y querernos de la misma forma.

¿ella quera? ¿o quizás estoy de nuevo... "exagerando" como siempre dicen mis padres?... quizás nunca consiga una novia permanente por todos mis problemas y que pueda desangrarla cuando tenga hambre.

Ya lo había decidido antes de escuchar su respuesta, yo jugaría y le enseñaría mientras ella ve y disfruta. El plan perfecto, los dos estaríamos felices y si conseguía algo de dinero podríamos repartirnos las ganancias, escuche ladeando la cabeza la otra opción y sonreí.

-Esta bien, si quieres podemos jugar billar o te enseño black jack, cualquier cosa que tu quieras o que te interese Patty, neeu~- estaba nervioso y un poco sonrojado ya que jugar con las chicas a la vez que les enseñas cosas es la manera perfecta para conocerlas mas, acercarse a ellas y quizás lograr que sean mas que amigas.... creo que estaba yendo por buen camino ya que ella se sonrojo tanto como yo cuando le dije que compartiéramos un juego de las maquinas.

-¿de que estas hablando Patty? -río nervioso al escuchar su negativa, creía que seria un poco mas entusiasta o que seria mas fácil acercarme.... supongo que me equivoque de nuevo, papa tenia razón en que no se leer a las personas y saber lo que piensan -no me importa si eres una mala perdedora o cosas así yo me divertiré tanto o mas al perder y verte feliz. Ademas... si quisiera jugar con otra persona no te preguntaría a ti de esa forma -me rasco la cabeza- yo pienso que me divertiré mas contigo que con otra persona que este en este casino...en realidad pocas realmente se divierten y sonríen por estos juegos.... y-yo creía que tu lo harías... -mi tono salio un poco mas lastimero de lo que esperaba, aunque ya me sentía frustrado al ver que ella no quería hacer nada conmigo.... ah, ¿por que es tan difícil hacer amigos o tener una novia? cuando era el subalterno de papa todas las chicas se tiraban a mi buscando mi amor mientras que los hombres se tiraban a matarme... ¡esto es injusto! ¡yo hice todo bien para hacerla feliz!

Me quede completamente bloqueado al ver que se quería separar tan rápido de mi... supongo que le molesto demasiado mi primero comentario o-o simplemente no le caí bien.... o-o la incomodaba, tal vez intimidaba, demasiado ya que bajo, por alguna razón que desconozco y que odiaría quizás si lo supiera, la cabeza... sentí un ligero dolor en el pecho y la mire unos momentos herido. -¿s-segura que quieres separarte tan pronto?.... n-neeu.... digo la estábamos pasando tan bien y ¿ahora me dices que te quieres separar de mi? -lloro ligeramente, pero me di cuenta que estaba siendo muy débil, no quiere estar conmigo por que soy muy tierno, ¿le gustaran los hombres altos, machos y esas cosas?

Cambio de inmediato mi expresión lastimera por una expresión de enojo y desaprobación. -Bueno has lo que quieras, no me importa.... n-ne..u.... -si quería parecer desinteresado tendría que primero dejar de decir esa estúpida expresión, ¡concéntrate Stefano!- si quieres vete, de hecho ya había encontrado los camerinos y quería gastar un tiempo contigo, pero ya que... -le apunte por unos momentos los camerinos- te veré en tu presentación -y diciendo eso me doy media vuelta para volver a mi puesto.... ¡espero que funcione!